La respuesta es: con un copia y pega en un documento de texto

He aquí uno de los titulares más alarmantes que leeremos hoy:
El Gobierno de Rajoy plagió un informe de una industria química para autorizar un pesticida, Público, 25/12/2018.
Los productos químicos que los seres humanos utilizamos en las actividades de nuestro día a día (al igual que pasa en otras materias), reciben "supuestamente" un estricto seguimiento desde su aprobación de uso en adelante. Esto determina la continuidad de su presencia en el mercado con el paso de los años en función de distintos factores analizados, como es la evolución de la ciencia, y por lo tanto, de los conocimientos que se tienen sobre dicho producto químico. Los diferentes organismos de salud pública encargados de ello, trabajan para asegurar que con el paso del tiempo los efectos que tienen dichos productos químicos no suponen un riesgo para la salud pública o para el medioambiente. Por esta razón es por la que, por ejemplo, la Comisión Europea establece prórrogas de las autorizaciones de uso de estos productos, elaborando periódicamente Informes de Evaluación de Riesgos.
En la teoría todo suena estupendamente.
Pero... ¿y en la práctica?
Parece ser que en la práctica no todo es tan bonito, así lo ha hecho saber un descubrimiento que ha hecho un equipo de periodistas del periódico digital alemán BR. Este equipo chequeó mediante un programa de comparación de contenidos los informes emitidos por los estados miembros de la UE en 25 procedimientos de autorización o de renovación de productos químicos con los que previamente habían presentado las empresas promotoras. Y vaya sorpresote que se llevaron. Las conclusiones dan un miedo para mearse encima ahora mismo, puesto que la mayoría de los gobiernos parece que han copiado literalmente pasajes o frases textuales de los informes de las industrias químicas que se dedican a fabricar los productos químicos en cuestión.
¿Qué significa eso?

Pero este no es el único caso. Ahora también parece ser que se ha desvelado como el Ministerio de Medio Ambiente plagió documentos de la industria química Syngenta para realizar el Informe de Evaluación de Riesgos en el que la Comisión Europea basó la prórroga de la autorización, del pesticida Tiabenzadol. Para quién no sepa nada de él, resulta que es un potente fungicida que acaba entrando en la cadena alimentaria y que se usa para fumigar en la agricultura y para elaborar productos sanitarios para infecciones de la piel.
¿Qué os parece todo?
Ni en una película de Hitchcock tendríamos más miedo que sabiendo esto
